Sergio Ramos disfrutaba de sus vacaciones en Zahara de los Atunes y salió a cenar junto a su madre y su pareja, Pilar Rubio. Entonces, una fotógrafa les captaba a la salida del restuarante, el futbolista le pedía que borrara la instantánea, ella se negaba y la tensión entre ellos aumentaba. La fotógrafa aseguraba haber recibido “un manotazo” del deportista y Pilar Rubio lo negaba. Hubo insultos, también por parte de la madre de Sergio Ramos y ambas partes parecían dispuestas a acudir a la guardia civil.
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